Vientos desgraciados
Calores inmaculados
revés tras revés
en manos amigas.
Deliciosa manzana rubia
de corazón frágil.
Estanterías amplias.
Frutal, todo alrededor.
La carne y los odios
son hermanos, acompañantes
de diversa factura:
recuerdos, miedos, barrancos.
Quiero mostrar quien soy
y no me deja el destino.
Guardemos al sabio silencio
como a un reloj, en el bolsillo.
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